Inicialmente nos encontramos con un piso muy pequeño, de tan solo 36 m² y con una distribución poco funcional, ya que contaba con un largo pasillo en forma de L y una cocina muy reducida. Sin embargo, la vivienda disponía de una bonita terraza orientada al oeste.
Se realizaron estudios previos con varias propuestas de distribución. Finalmente, el cliente optó por minimizar los espacios de circulación, reubicar la cocina y eliminar particiones interiores, consiguiendo una vivienda tipo loft. Se aisló térmicamente toda la envolvente: la fachada que da a la terraza, el cerramiento del patio interior y los techos, ya que se trata de una planta bajo cubierta. Se instaló un ventilador de techo que, junto con la ventilación cruzada y unas persianas en la terraza, permite al cliente prescindir prácticamente del uso del aire acondicionado en verano.
